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1 de octubre de 2008

Hola y Adios


A ti te digo hola con un adios atropellado y me quedaría (alma)cenada en tu pecho llorando por los dos. A ti te digo hola con un adios amarrado y si por mi fuera no saldría para nada del caparazón que seguro tú me construirías contar de que no me fuera. A ti te digo hola con un adios mercenario, apuntando sus armas a nuestro pecho, que es uno, y quemando de adentro hacia fuera todas las verdades y las mentiras y las cuasi todo que fue nuestra vida...A ti te digo hola cuando quisiera decir adios y no hasta el luego y cerrar mis ojos que son tuyo como todo lo mío y decirte que lo siento pero sintiendo...Y decirte que me empujes al abismo que lograré inventarme otro hola aunque no sea contigo. Te digo hola pero quiero decir adios...de esos adios que maldicen y primero duelen y luego odias y luego culpas y luego aceptas. A ti te digo hola mientras me muero silenciando el adios y al final solo me quedan recuerdos atropellados en esquinas de otoños y paz y risas y lágrimas y espamos y respiración...al final de todo sólo me queda el sentido infame de un adios que mata a la vez que muere..

1 comentarios:

AnilinA dijo...

El marasmo del sentimiento y la contradicción.

Mana, me gusta...
Sobre todo la imagen de cenar en el pecho...ummm ese rico olor tan peculiar, tan apetitoso, como la mejor cena q una haya probado.